Las brisas de diciembre traen recuerdos del pasado, costumbres provincias que a medida que ha ido creciendo la ciudad y la tecnología se han perdido. Una de ella son las cometas que era la entretención preferida de los muchachos que traía los fuertes vientos que estremecía los árboles y levantaba faldas. También hacía volar las cometas que hacían de papel y varas y el largo rabo que se convertía en una sana actividas. Lastimosamente son muy pocos los jóvenes que se dedican a estos juegos. Ojalá volvieran los tiempos de las cometas. Foto Hernando Vergara