Se conocen por sus actos
Por : José Luis Blanco calderón
Esp. Derechos humano
Master en Derecho U. Girona
El Desarrollo sostenible es una frase insignia en un orden mundial que antepone la responsabilidad social frente a la explotación indiscriminada de recursos del medio ambiente, eso sí que resulta Titánico no solo para los mandatarios y sus instituciones ; sino para la sociedad en sí, tener que convivir en un mismo espacio con los recursos necesarios para garantizar los bienes y servicios que se supone el Estado debe proveer o al menos gestionar las condiciones para que se materialicen.
Entre las relaciones sociales e institucionales puestas al servicio del desarrollo sostenible necesariamente tengo que destacar la labor de un líder social, está persona aunque bastante estigmatizada por ciudadanos de bien a quienes a veces tildamos de oportunistas, mentirosos, aprovechados, ventajosos y demás apelativos que contribuye a la fuerte estigmatización que sobre ellos recae históricamente, en medio de una sociedad sociópata que hace culto a la honorabilidad formal disfrazada de altruismo que poco importa las condiciones de los mas vulnerables.
Si, estas personas son un puente de carne y hueso para que esas instituciones lleguen a cada hogar, escuela, centro de salud, corregimiento, vereda, resguardo, consejo comunitario o una junta de acción comunal , en muchas ocasiones descuidan sus obligaciones para entregar lo que por vocación defienden, es precisamente su esfuerzo y tenacidad lo que los ha vuelto blanco de quienes en el fondo no desean un cambio profundo para una sociedad donde la constante es el miedo, la impunidad pero ante todo la honorabilidad de la gente de bien, que si han trabajado incansablemente por mantener los mismos valores y principios formales.
Esta reflexión es un homenaje por los más de 34 casos de asesinatos a líderes sociales que evalúa la ONU en Colombia de lo que va corrido de este año. Es también un espacio para compartir mi experiencia en el trabajo comunitario con personas que sin importar lo han entregado todo, empañar una labor que sin mucha retribución, estás personas han defendido por años resulta ser un acto desconsiderado para quien contribuye en gran medida para que otros
accedan también a los bienes y servicios que se ofrecen por parte del Estado en el marco de su responsabilidad de proteger y prevenir las violaciones a los Derechos Humanos en cualquier contexto.
Uno de los tantos problemas en Colombia ha sido la polarización, y estigmatización de perfiles de personas por ideologías políticas o económicas, vulnerando no solo el derecho a la libre expresión, libre personalidad y demás garantías constitucionales; sino exponiendo su integridad física, puesto que la violencia durante muchos años ha sido un instrumento de resolver conflictos políticos en el Pais. Reconocer, tolerar y respetar el trabajo de los demás sin importar el color de sus banderas permitirá que esta sociedad avance hacia un desarrollo humano que es lo que necesitamos y no bregar por el desarrollo económico desigual que nos acompaña.