Por Mariana Orozco
Yo tuve el privilegio de tener a Mary como profesora de lengua castellana en mi último año de colegio. Aunque mi memoria falla al intentar recordar los aspectos más académicos de esa época, hay una clase que recuerdo perfectamente: El día que vimos la película La sociedad de los poetas muertos. Fue la primera vez que escuché la famosa frase Carpe diem, que me impresionó a tal punto que años después, quise llevarla tatuada, pese al enojo de mis padres. Cada vez que leo o escucho una referencia sobre esta película, recuerdo a miss Mary, quien a través de sus textos nos recuerda constantemente una de las frases del profesor Keating en la película: “(…) la poesía, la belleza, el romanticismo, el amor… son las cosas que nos mantienen vivos. «Esta nueva obra es un recordatorio de que, en medio del caos de la vida, la literatura y la poesía siguen siendo los refugios que nos sostienen. Por los que lloran, con la singular y celebrada prosa poética de su autora, nos habla detemas divinos y mundanos, hilándolos con sensibilidad y erudición. Para empezar, denuncia la corrupción rampante y normalizada de nuestra sociedad narrándonos una descarada escena que seguramente han vivido y continúan viviendo, un sinnúmero de personas honestas que, al momento de cobrar por un trabajo realizado para un gobierno, se topan con la frase que tuvo que escuchar Maite, la protagonista, de boca de Ruan el tesorero municipal: “Señorita esta cuenta hay que arreglarla «Mary además aprovecha esa situación para hacer referencia a la mutilación que sufrió nuestra Plaza Alfonso López. Un guiño para los defensores de las expresiones culturales en Valledupar y la región. A esa denuncia de corrupción que revela la forma en la que las estructuras de poder afectan de manera desigual a las clases sociales más vulnerables, se suman la historia la breve historia de los pescadores que habitan una inhóspita invasión, y la de Kevin y su padre Trino, con la que Mary nos lleva a explorar las heridas que deja la violencia de clase. El personaje de Trino, un ex reciclador que escapó milagrosamente de la muerte, y que años después no logra superar el trauma, nos muestra las marcas invisibles de este sistema con consecuencias en la salud física y mental de sus víctimas. Pero aún en medio del horror de ese relato, y como es usual en la autora, el lenguaje poético se impone con elegancia. Cuando Maite le pregunta a Kevin si Trino se curó, éste le responde: “Eso no se cura nunca, solo si le llega el olvido”. El tema de la salud mental aparece de muchas formas y en personajes diversos, incluidos los protagonistas. Con hermosas palabras, la novela narra lo que es la depresión a través de la voz de Maite.
“Fue uno de esos días en los que amanecemos vacíos. Un día en el que queremos lanzarnos al abismo sin fondo y caer (…); un día en el que no sabemos por qué existimos…”. Por otro lado, en el personaje de Pablo se dibuja un trastorno narcisista del cual el detonante, como lo sugiere la novela, ha sido una cultura profundamente machista y misógina. En la voz de Pablo, se habla específicamente de ese machismo endorsado por tantas madres: “Desde niño soy así. Me creía el más bello del mundo, porque mi madre me lo dijo. Me creía el más inteligente, porque mi madre me lo dijo, ninguna mujer era buena para mí, porque mi madre me lo dijo.” Pero entre las sombras de la sociedad, también encontramos luz. En el repertorio de temas que personalmente pude identificar en la historia, se encuentran también unos más placenteros que la corrupción, la violencia, la depresión y el machismo. La novela nos ofrece esa luz en el arte, los viajes y las relaciones humanas. El arte, por ejemplo, se manifiesta transversalmente en toda la novela, no solo por las profesiones de los protagonistas sino también por las distintas referencias a obras pictóricas, musicales y literarias que se mencionan. El ejemplo más importante es el de La persistencia de la memoria, el famoso cuadro de Salvador Dalí, que le produce a Maite una intensa fascinación. Tanto ella como su amiga Angélica, a lo largo de la novelahacen un análisis muy bello de la pintura. Sobre los viajes, la voz de un narrador omnisciente explica la forma en la que el ser humano encuentra en ellos un refugio: «Cómo sirven esos viajes para recordarlos y que nos saquen de la barahúnda del país que cada vez se vuelve más vidriosa, sirven para amansar y domesticar soledades, para tener algo que contar algún día». Para terminar, concluyo con dos temas que no faltan en la extensa obra de Mary Daza Orozco. La amistad y el amor. En la amistad de Maite y Angélica, podemos ver que las amigas, son probablemente las personas más importantes en la vida de las mujeres. En la relación de ellas, se refleja la comprensión que solo puede tener una mujer con otra. Se describe ese cuidado que entre amigas nos profesamos, cuando vemos que alguna la está pasando mal. Angélica es esa amiga que le dice a Maite, como en la canción 200 copas de Karol G “¡Marica ya!”. Por cierto, aunque no lo crean, Karol G también aparece en Por los que lloran. La amistad de Pablo y Marlon en cambio, nos muestra unas dinámicas masculinas de aprecio que son menos cándidas, pero igualmente importantes. Hay poca intimidad, pero una lealtad y respeto profundos. En cuanto al amor, en la novela lo vemos a través de la pareja de Angélica y Marlon en su versión sana, lasciva y constructiva. En Maite en cambio vemos su lado tortuoso, vemos el dolor que cause el amor no correspondido o más bien, mal correspondido. El amor que se rompe como la copa desde la cual la protagonista suele disfrutar de un buen vino, después de haber brindado Por los que lloran. Esta es entonces una novela que nos habla de salud mental, viajes, corrupción, música, machismo, pintura, narcisismo, poesía, historia, opresión, amistad y amor, pero que, aunque transita tantos temas, no se siente pesada. Al contrario, es fácil ir descubriéndolos en sus páginas mientras se reflexiona sobre cada uno de ellos. Con esta historia, Mary nos hace una invitación a conectar con lo más humano en cada uno de nosotros y por eso yo les invito a leerla y a dejarse sorprender por sus personajes.