En ETCR de Manaure, firmantes de paz con pertenencia étnica, bautizaron casas de encuentro

 

• Estas casas fueron bautizadas por un mamo, que les hizo reconocimiento y les dio un nombre a cada una.

• Este bautizo se realizó en el marco del Programa Especial de Armonización Indígena, PEAI, ‘Caminos para volver al origen’ implementado por la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN).

El pensamiento, la palabra y la espiritualidad se tomaron el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación, ETCR, Tierra Grata en el municipio de Manaure, Cesar, en donde fueron bautizadas dos Casas de Encuentro Indígenas para seguir construyendo paz y reconciliación. Esta actividad hace parte del Programa Especial de Armonización Indígena implementado por la ARN.

Una autoridad territorial conocida como ‘mamo’ se encargó de ponerle nombre a las casas, una para la mujer y otra para el hombre, con el fin de guardar el equilibrio, pero lo más importante, la conexión con la madre tierra.

El bautizo o reconocimiento de estos sitios de encuentro se realizó como parte de las acciones para la preservación de las tradiciones y derechos de los pueblos indígenas contemplado en el capítulo étnico del Acuerdo Final de Paz, teniendo en cuenta que los pueblos originarios deben tener el control de los acontecimientos que les afecten a sus comunidades y territorios.

En el ETCR Tierra Grata habitan siete comunidades indígenas, que adelantan procesos para reafirmar sus lazos culturales y étnicos, tejiendo la reconciliación y la reincorporación para la construcción de paz.

La coordinadora de la ARN, Grupo Territorial Cesar-La Guajira, Ana María Ferrer Arroyo, destacó la presencia de un mamo en el bautizo de estas casas: “El hecho de que una autoridad indígena del pueblo Arhuaco haya estado en el ETCR Tierra Grata en el municipio de Manaure, es muy importante, es un camino que se abre para que las personas en proceso de reincorporación, que tienen pertenencia a los diferentes pueblos indígenas de la Sierra Nevada o de otros territorios, y que por distintas razones estuvieron en la guerra, hoy puedan también volver al origen y que en el marco de este Programa Especial de Armonización Indígena podamos acompañar, como Agencia, todos estos procesos que están haciendo posible, como lo dice el nombre de este plan, volver a su origen, volver a sus raíces y tener esa reconciliación con la madre naturaleza”.

Alminda Mindiola, firmante de paz y lideresa de la Mesa Étnica de Tierra Grata, indicó que el bautizo está relacionado dentro de su cultura para seguir reafirmando los lazos culturales que tienen como indígenas que son: “Desde que llegamos acá nos hemos agrupado para seguir trabajando en nuestro compromiso por la paz, pero también como indígenas seguimos reivindicando nuestra cultura, nuestras costumbres. Estas casas indígenas fueron construidas para eso, para desde aquí, seguir construyendo, seguir tejiendo esos lazos entre comunidades indígenas y este es el proceso que hemos llevado y el que vamos a seguir, nuestro compromiso es con la paz y también con nosotros mismos para seguir avanzando en estos procesos culturales”.

Obdulia Hernández, líder espiritual de la comunidad indígena Arhuaca, indicó que el encuentro indígena permitió el bautizo de las casas que es el reconocimiento de estos espacios espirituales. “Se trajo desde la Sierra un mamo para el reconocimiento del bautizo de las casas de encuentro en donde se les da un nombre espiritual, se les hace un registro, pero eso lo tiene que hacer es un mamo”, señaló Hernández, quien, además, explicó que la casa de la mujer se caracteriza por ser redonda y se le denominó Mundiwa, mientras que en la del hombre, el techo es cuadrado y se le dio por nombre Seign Arguavicus. Ambos deben cuidar entrar siempre a la casa que les corresponde porque invadir la del género opuesto significa romper el equilibrio espiritual, lo cual podría traer consecuencias, a menos que cuenten con una autorización de la autoridad territorial.

Datos de interés:

– En el ETCR Tierra Grata, hay 22 firmantes de paz indígenas de las comunidades Arhuacam Wiwa, Wayuu, Kankuamo, Bari y Pijao.

– Para el 2024, el Gobierno del Cambio priorizó un total de $3.125.000.000 millones para el Programa Especial de Armonización Indígena, en toda Colombia.