Este lunes, Patricia Tobón Yagarí, directora de la Unidad para las Víctimas, dio a conocer los hitos de la entidad a casi dos años de inicio del Gobierno. Ellos reflejan el compromiso de esta administración por abrir caminos para que el Estado consolide soluciones de fondo a problemas estructurales que enfrentan las víctimas del conflicto armado y así puedan sobrepasar la situación de vulnerabilidad, acceder a sus derechos y construir formas dignas de vida.

La funcionaria destacó las transformaciones institucionales que realizó desde su llegada al cargo, en agosto de 2022, y que eran necesarias para derribar los obstáculos a los que se enfrentaban las víctimas cuando se encontraban por primera vez con la entidad.

“Encontramos una entidad centralizada, que no tenía en cuenta las necesidades de las víctimas en los territorios, porque el modelo de planeación y gestión de la política pública era centralista y no lograba articular efectivamente las acciones”, dijo Tobón Yagarí, resaltando que la cantidad de procedimientos generaron un déficit en la atención y reparación “pues solo en los más de diez años de la ley solo se han indemnizado 1,3 millones de personas”, de un universo de más de nueve millones de víctimas.

Para subsanar esta barrera, la Unidad fortaleció la participación de las víctimas del conflicto armado, aplicando el enfoque diferencial y territorial para dejar el escritorio y empezar a atender desde el territorio. “Para este enfoque territorial, construimos y usamos una herramienta innovadora: el Modelo de Intervención Territorial Integral (MITI), que nos permitió conocer un panorama amplio de la situación de las víctimas y las necesidades de cada territorio en materia humanitaria, de reparación y oferta”, explicó.

En términos simples, la creación del MITI permitió tener un panorama amplio y específico de cuál es la situación de las víctimas en cada territorio, qué nivel de atención requieren en materia de reparación y oferta estatal, y así poder articular los programas sociales de manera ordenada.

De la mano con las víctimas, en los territorios, la Unidad para las Víctimas logró incluir en el Plan Nacional de Desarrollo las metas más ambiciosas para esta población que ha sufrido los efectos de los enfrentamientos entre grupos armados. Durante el cuatrienio 2022-2026 algunas de las grandes apuestas son: indemnizar a 600.000 víctimas, formular y avanzar en 642 Planes Integrales de Reparación Colectiva, y aportar en la superación de la vulnerabilidad de 2.000.000 de víctimas.