Apreciación del Libro En la Mira del Conflicto

 

Por Rafael Moreno

Quiero comenzar esta apreciación citando una frase de Mahatma Gandhi: “La verdadera grandeza de un líder no radica en su habilidad para ganar batallas, sino en su capacidad para construir un mundo en el que la guerra sea una memoria distante y la paz sea una realidad cotidiana”.

En este libro pude observar cómo se presenta una mirada detallada y cercana de las vivencias de estos periodistas. Más que todo, debería considerárseles unos héroes. Puesto que estuvieron allí, en el ojo del huracán, bajo una lluvia de balas y, lamentablemente, encima de los charcos de sangre que dejaron las miles de víctimas a raíz de la violencia que se vivía en esa época en el departamento del Cesar y en toda Colombia. Ellos arriesgaron sus vidas cubriendo toda la información para contarle a un pueblo colombiano que cada día sufría con estas noticias, haciéndose bastantes preguntas como: “¿Cuándo acabará esta pesadilla?” y “¿Cuándo podremos salir a la calle sin temer a que aparezcan esos camiones llenos de personas armadas hasta los dientes?”.

Estos periodistas fueron sometidos a situaciones muy difíciles al cubrir la violencia y la guerra durante períodos largos y continuados. Pues, qué más razón si, cuando observamos y analizamos estas crónicas, vemos cómo relatan las dinámicas bélicas, las violencias cotidianas, las venganzas y los atropellos que los actores armados ejercían contra ellos, obligándolos a autocensurarse y a huir muy lejos sin la oportunidad de regresar a ver a sus familiares.

Personalmente, he sido confrontado con una verdad cruda y desgarradora, ya que desconocía detalladamente la extensa violencia que se había arraigado en uno de esos tantos pueblos mencionados, como es el de Curumaní, Cesar. Lugar donde viví muchos años en mi niñez. Hasta ahora, solo conocía fragmentos de esta realidad a través de las palabras cautelosas de mi madre, pero nunca me había percatado de la verdadera magnitud de lo que aconteció.

Ahora bien, mis palabras pueden parecer insuficientes para describir la complejidad de estos eventos y las cicatrices que dejaron en toda la región, pero es a través de estás que espero encontrar una vía para honrar a aquellos héroes del periodismo y a todas las víctimas que padecieron, y preservar la memoria de lo ocurrido.