En “calles completas” estaría la respuesta a la movilidad de Valledupar
El ingeniero de transporte y vías Publio Giovanny Barrera Mejía, magíster en Ingeniería de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede de La Paz, señala que “las ciudades intermedias de Colombia tienen grandes retos en torno a la transformación de una infraestructura que provea mejor movilidad a las personas con todo tipo de habilidades y capacidades, independientemente del modo en el cual se hagan los viajes, y que contribuya a los principios del transporte sostenible”.
Agrega que “esa transformación se puede lograr mediante la implementación de ‘calles completas’, un concepto emergente en el país, y en tal sentido requiere tanto de orientaciones para la selección asertiva de los corredores viales como de criterios de diseño para su posterior implementación”.
El término calles completas fue acuñado por la organización America Bikes cuando desarrollaba una nueva iniciativa para garantizar los mismos derechos y el acceso seguro para todos los usuarios de las calles. Estas se diseñan para permitir un acceso seguro para todos los usuarios, incluidos peatones, ciclistas, conductores de automóvil y pasajeros del transporte público de todas las edades y capacidades; además facilitan cruzar la calle, caminar a las tiendas e ir en bicicleta al trabajo; permiten que los buses funcionen a tiempo y hacen que caminar sea seguro para las personas.
En ese sentido, para su trabajo el investigador encuestó a 500 personas de las 6 comunas de Valledupar indagando sobre la infraestructura para la movilidad que se describe en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT). Para ello tuvo en cuenta aspectos como planificación urbana, transporte sostenible, planificación del transporte y participación colaborativa de los actores clave.
Así, evidenció que el 80,1 % de los viajes según modos de transporte se hacen en moto, mientras que el 19,9 % se moviliza en transporte público, a pie, bicicleta o carro particular.
Según el Plan Integral de Movilidad no Motorizada y Espacio Público para Valledupar, los modos no motorizados son utilizados por personas entre 18 y 31 años, en especial de estratos 1 y 2, cuyo principal motivo de viaje es trabajo y estudio. De otra parte, un rango más amplio de edad emplea la motocicleta, y el principal motivo de viaje es el trabajo.
Este incremento en el uso de motocicletas está impactando en la accidentalidad vial. Según el Observatorio Nacional de Seguridad Vial, en 2022 murieron 303 personas en sinestros viales en el departamento, entre ellas 108 motociclistas, 43 conductores de carro particular y 33 peatones.
Las calles completas le apuestan a repartir el espacio en todos los modos de transporte: a pie, bicicleta, transporte público, motos y carros particulares.
“Lo que se percibe en las ciudades de Colombia, en especial las intermedias como Valledupar, es que el espacio de la calzada está destinado solo para vehículos particulares, lo cual se debe replantear porque la calle, como se concibe en la arquitectura, debe repartirse entre los peatones, biciusuarios, buses de transporte público, motos y carros particulares”, explica el investigador.
Señala además que Valledupar tiene definido su POT, pero las calles no están pensadas para la movilidad de los ciudadanos a pie o en bicicleta, sino exclusivamente para los carros.
En el proceso de selección de los corredores se utilizó cartografía del POT y datos geográficos de las rutas de transporte público.
Además aplicó una metodología de cuatro pasos en la cual se analizan las zonas de actividad, la direccionalidad, la continuidad de los corredores y la integración de diversos modos de transporte, gracias a la cual pudo seleccionar para Valledupar potenciales corredores de calles completas.
Asimismo analizó el POT de la ciudad, el Sistema Estratégico de Transporte Público y el Plan Maestro de Movilidad.
De esta manera, propone que la movilidad de las personas, en su orden, sea así: a pie, bicicleta, buseta de servicio urbano, moto y carro particular.
Para ello es necesario construir más ciclorrutas, para que las personas usen más bicicletas, mejorar las políticas públicas, crear andenes, optimizar la distribución del espacio público y expandir el servicio de transporte público.
El magíster enfatiza en que aunque las calles más recientes de la capital del Cesar tienen ciclorrutas, no forman parte de un sistema integrado; “las ciudades con mejor uso de bicicletas tienen calles conectadas y son seguras, de tal manera que pueden desplazarse de la periferia al centro o viceversa sin ningún inconveniente”, concluye.