Familiares claman Justicia por mujer hallada muerta en Llerasca

 

Diana Marcela Barrera Pérez, de 23 años, fue sepultada este martes, la mujer hallada muerta y en estado de descomposición este domingo en un jagüey al interior de una finca en el corregimiento de Llerasca, jurisdicción de Codazzi, Cesar. Los familiares de la víctima piden a las autoridades competentes que se haga justicia y se investigue el caso para que no quede en la impunidad.

Vale recordar que sobre su paradero no sabían, nunca se imaginaron que los dos días que permaneció desaparecida era porque había sido asesinada.

De acuerdo con Denis Pérez, sobrina de la occisa, la incertidumbre por el paradero de Diana Marcela empezó el pasado sábado 15 de julio, cuando en horas de la mañana no se presentó a su lugar de trabajo para adelantar las labores de preparación de comidas rápidas que vendían por la noche.

“Por esos días el pueblo estaba de fiesta por la Virgen del Carmen, el viernes 14 de julio terminamos de vender las salchipapas a eso de las 9:00 p.m., recogimos todo y ella se fue para su casa, lo hizo caminando, ese día la vi por última vez”, relató Denis.

Luego de ello, al notar su ausencia el sábado le marcaron varias veces al celular, en principio la llamada repicaba en varias oportunidades, luego ya estaba apagado.

Diana Marcela era madre de dos niños quienes quedaron al cuidado de sus familiares. La niña mayor nació invidente por lo que requiere cuidados especiales, los mismos que le daba su progenitora. La investigación de este caso es liderada por funcionarios del CTI de la Fiscalía, quienes hicieron la inspección técnica del cadáver.

Igualmente, se estableció que las causas de la muerte están por establecer por parte de Medicina Legal, de manera preliminar indicaron que el cuerpo no presentaba signos de violencia.

El cuerpo de la mujer tenía hematomas en el cuello, y dentro de su boca estaba una media envuelta. Ante estos antecedentes sus familiares exigen los miembros del CTI que realizaron el peritaje que entrevisten a varios pobladores de la zona, para dar con el paradero de los asesinos.