Por: YarimeLobo
La vida son instantes eternos …
Como aquel instante que tuviste a bien compartir aquel momento de un mes de Octubre en el cual se rendía homenaje a tu vida en vida.
No sé por qué, pero hoy comprendo para qué contaste aquel recuerdo de ese preciso instante que aquel mulo en el que se transportaba tu madre contigo en brazos por un camino de herradura resbalase y a un barranco fuera a dar y ella, tu preciosa madre, te lanzara en un movimiento desesperado hacia el camino para evitar que cayeras con ella por el despeñadero…
Nunca olvido que ese día manifestaste que más allá de un Poeta de la Tierra que te vió nacer, comenzaste a ser EL POETA DEL CAMINO…
En un instante de tiempo, cuando ya tus canas te hacen sabio y las de tu progenitora Savia en un camino una situación similar vuelve a pasar, esta vez ella como ave se desprende de sus raíces para extender sus alas y alzar el vuelo al alto cielo…
Quedas tu, quedan tus hermanos, queda los que preceden, esos seres del camino, los frutos de su vientre y descendencia, a quienes amó tanto que hasta su vida expuso en la brega propia del camino, vida que se hace polvo de mariposas y se esparce a lo eterno, fragmentos vivos de colores que dan cuenta de su Alma Grande que como Obra escultórica de un Gigante Corazón queda expuesta en las salas de las almas de aquellos que amó y son reflejo vivo de la inmensidad de la Fe de aquella que en el camino todo lo dió, incluso hasta su vida misma.
Larga vida a tu señora madre Ana Antonia amigo de mi Alma, poeta del Camino, hermano de la vida, ahora su camino está en elevación.
Un abrazo en la distancia, cálido, sentido y fraternal mi siempre querido y apreciado Rosendo Romero Ospino extensivo a tus hermanos, nietos y seres queridos