Pedro Ortega un artista de la calle, revolucionó Valledupar cuando talló la imagen de Cristo en un palo seco en el Parque de las Madres, una figura muy parecida a él mismo, pelo largo, barbado, delgado y la tristeza propia del cansancio de la vida por la enfermedad que produce la dependencia de la drogas y el rechazo social. Pero Pedro Ortega volvió a la vida gracias a una obra de la Gobernación del Cesar a través de la primera dama Cielo Gnecco, fue rehabilitado y recuperado, con herramientas, trabajo y reconocimiento. Qué gran obra!