Niños de Tierra Grata recibirán clases de música gracias a proyecto juvenil que busca la reconciliación y la paz
El logro es del grupo juvenil Son de Paz, conformado por personas en proceso de reincorporación de la vereda Tierra Grata, de Manaure, Cesar, y jóvenes del corregimiento de San José de Oriente, habitado en su mayoría por víctimas del conflicto. Juntos trabajan, acompañados por la Misión de la ONU, por la reconciliación a través del arte.
“Poderle enseñar a tocar un instrumento musical a los niños y a los adultos que se han inscrito en las clases de música en la vereda es muy emociónate, porque eso es lo que soñamos: ayudar a dejar atrás el conflicto y a tener un futuro de alegría”, dijo Lesly Anakary Guzman, una joven habitante del Antiguo Espacio de Capacitación y Reincorporación (AETCR) de Tierra Grata, que hace parte del grupo juvenil Son de Paz. Este proyecto fue el protagonista del evento “Cantemos otra historia”, acuerdo de voluntades por la paz y la reconciliación en el Cesar, realizado este jueves con el acompañamiento de la Misión de Verificación de las Naciones Unidas.
En el evento, en el que participaron el Programa de Desarrollo y Paz del Cesar, la Agencia para la Reincorporación y Normalización (ARN), la Misión de la ONU y las alcaldías de Manaure y La Paz, Cesar, entre otras entidades, se inauguró la línea de música del proyecto Son de Paz, la cual permitirá que niños, niñas y adolescentes, tanto de la vereda Tierra Grata, como de la comunidad vecina de San José de Oriente, del municipio de La Paz, puedan acceder a clases gratuitas de música en una formación con enfoque de derechos y construcción de paz.
Duvan Suárez Bohórquez, de la Fundación Construyendo Sueños Hacia la Paz, que representa el componente de la comunidad del proyecto Son de Paz, explicó que no se trata solamente de enseñar a tocar un instrumento, sino de acercar a dos comunidades en torno a la reconciliación. “Se trata de aportar un granito de arena a este territorio que ha vivido el conflicto, que ha tenido que lidiar con las muertes y los horrores que deja una guerra sin sentido. Por eso de inmensa alegría ver como dos comunidades convergen en un mismo objetivo, construir paz a través de la cultura y dejar atrás todo aquello que tanto nos dolió y que hoy solo queremos que sea un recuerdo”, agregó.
Son de Paz es una iniciativa juvenil liderada por jóvenes de la hoy vereda Tierra Grata, de Manaure, Cesar, habitada principalmente por personas en proceso de reincorporación, desarrollada en conjunto con jóvenes de la comunidad del corregimiento de San José de Oriente, del municipio de La Paz, habitado en su mayoría por víctimas del conflicto armado. El proyecto nació en el año 2019 para trabajar por la reconciliación, integración, no estigmatización a través del arte y la cultura.
Cantemos otra historia
Para fortalecer este proyecto, la Misión de Verificación de las Naciones Unidas entregó guitarras, pianos, tamboras, gaitas, flautas y otros instrumentos musicales fueron donados en el marco de la campaña ‘Cantemos otra historia’, realizada por la Misión de Verificación de la ONU, la Fundación 24/0 del músico Cesar López, Caracol radio y la empresa Envía.
La campaña, realizada antes de la pandemia, invitó a donar instrumentos musicales a toda Colombia para llevarlos a las comunidades, semilleros y colectivos artísticos en zonas rurales o apartadas que han sido tocados por la violencia.
Hugo Tighe, Jefe Adjunto de la oficina regional en Valledupar de la Misión de Verificación de las Naciones Unidas destacó que “estos instrumentos que entregamos son un símbolo de paz, y llegan gracias al trabajo organizado de estos jóvenes que, dejando atrás cualquier tipo de estigmatización, trabajan de manera colectiva en búsqueda de una mejor sociedad. Su trabajo es posible gracias al Acuerdo de Paz, que nos permite soñar con una nueva generación de jóvenes alejados de la guerra”.
El funcionario internacional dijo que trabajar con y para los jóvenes es una de las máximas prioridades de las Naciones Unidas y que, por ello, la Misión de la ONU ha venido acompañando este proyecto desde su fundación.
Un componente comunitario
En el marco del mismo evento, la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN) hizo entrega formal de instrumentos musicales y equipos de sonido profesional, los cuales fueron adjudicados en el marco de un convenio implementado por ARN y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) con el apoyo del componente Comunes del Consejo Nacional de Reincorporación (CNR).
La coordinadora de la ARN en el Cesar, Angélica Agámez, resaltó que “es muy satisfactorio trabajar con estas iniciativas para fortalecer el tejido social, la convivencia, pero, sobre todo, construir lazos de confianza que no solo benefician a quienes dejaron las armas, sino a la población que se encuentra alrededor”.
Este convenio tuvo como objetivo el fortalecimiento del tejido social en comunidades de 30 municipios del país, a través de la identificación conjunta y participativa de sus necesidades, intereses y potencialidades, entre otros, que aportaron a la construcción de agendas de reincorporación comunitaria para el beneficio de los excombatientes y de todos los habitantes de los territorios donde se desarrolla el proceso de reincorporación.
Las clases
Las clases de música se realizarán dos días a la semana, gracias al apoyo de las alcaldías de Manaure y La Paz, Cesar, que aseguraron garantizar los docentes para iniciar el proceso de formación. El proyecto, que aun no tiene financiación, también trabaja en la construcción de paz a través de la consolidación de liderazgos juveniles, la búsqueda de espacios de participación y formación para los jóvenes, así como la reconstrucción de memoria, el tejido social y la conciencia ambiental para el desarrollo de los territorios a través del arte y la cultura.
El proyecto espera poder contar con el apoyo de músicos de la región Caribe, que quieran donar su tiempo para enseñar a estos niños, no solo a tocar un instrumento, sino también a exponer sus historias de éxito, esas que abundan en esta región y que pueden ser un ejemplo para estos jóvenes constructores de paz.