Hay negocios que se ponen de moda en ciertas épocas, generalmente una persona hace un negocio aprovechando las circunstancias adversas de los demás, uno de ellos es la venta de tinto. Antes este oficio era ejercido solamente por hombres que por tradición llevaban el café en una bicicleta con canasta, a ciertos clientes, brindan chocolate, café de leche y pan, pero ante la migración venezolana, mujeres jóvenes y hermosas llevan un termo de tinto, ofreciéndolo a los transeuntes, un negocio que causa extrañeza por la poca rentabilidad que dá, sin embargo es una labor frecuente que hace parte del rebusque de los hermanos venezolanos. Foto Hernando Vergara
El tinto economía de los extranjeros
