«Dios fue el que me salvó»: Oliver Bandera, luchó 45 días contra el Covid-19

Lo que empezó como un malestar de gripa, con el pasar de los días terminó por llevar hasta una clínica a Oliver Bandera Taborda, quien en agosto pasado contrajo Covid-19. «Perdí el olfato, no tenía fiebre, tenía tos, durante 3 días no comí porque no me sentía bien», dijo en entrevista con Mi Diario.
Tras haber resultado positivo para coronavirus e intentar tratar los síntomas aislado en su vivienda sin poder lograrlo, el pasado 21 de agosto decidió trasladarse a la clínica Erasmo en Valledupar, sin saber lo que pasaría después.
Ya en la clínica el personal médico trata de manejar la insuficiencia respiratoria que presentaba Oliver con ayuda de una máscara invasiva para no recurrir a un proceso de intubación pero finalmente no hubo más opción. «Médico intubeme hoy mismo, haga lo que tenga que hacer», fueron las palabras del paciente.
Oliver fue remitido a la Unidad de Cuidados Intensivos donde permaneció intubado durante 26 días, debido a las afectaciones pulmonares que estaba padeciendo sumadas a la hipertensión y diabetes, enfermedades de base que le fueron detectadas. Pero eso no fue todo, también tuvieron que tratarlo por una bacteria que adquirió.
Para retirar las secreciones de sus pulmones le practican una traqueotomía, luego de ser sometido a este nuevo procedimiento quirúrgico Oliver pasa a UCI intermedia.
Mientras que él permanecía al interior de la clínica sin ser consciente de cuántos días habían transcurrido desde que ingresó, su familia esperaba fielmente su regreso a casa. «Cuando desperté le di gracias a Dios porque ya estaba a salvo. Pensé que había pasado un día o unas horas. No pensé que había pasado tanto tiempo. Le debo la vida a Dios y al cuerpo médico», contó.
La espera terminó el pasado 5 de octubre, 45 días después «antes de ayer a las 2 de la tarde me dieron de alta. La recuperación es un proceso lento,  aún como muy poco y tengo constantes mareos, afirmó Oliver.
La fe en Dios, la esperanza y el amor de su familia fueron fundamentales para que pudiera librar esta batalla, asegura su hermano  quien estuvo presente durante el difícil momento, puesto que el Covid-19 también afecto a la esposa de Oliver, Adiladis Valencia y a su padre Oliver Bandera Martínez, de 70 años, quienes permanecían aislados en casa.
Ahora, en su proceso de recuperación Oliver enfrenta algunas secuelas, «a veces no duermo, siento angustia y desespero», pero en medio de todo expresa convencido «Dios fue el que me salvó, los médicos y las oraciones de mi familia».

Desde el calor de su hogar insiste en que hay que tener fe y protegerse, exhorta a las personas a que no confíen en nadie, que se cuiden y tengan conciencia que esta enfermedad es mortal, no es un juego.