Después de media década de haber perdido contacto con su hermana, la pandemia del Covid-19 la sorprendió, al enfermarse e ir a parar al hospital donde labora su familiar.
Esta es la historia de Doris Crippen una mujer que estuvo al borde de la muerte por cuenta del coronavirus a sus 73 años, pero que por cosas de la vida no sólo superó la enfermedad sino que se reencontró con su hermana perdida en el centro asistencial donde estaba internada.
Una enfermera llamada Bev Boro, de 53 años, quien hace 20 años labora en ese sitio y revisando las historias clínicas de los pacientes encontró el nombre de Doris y de inmediato pensó “Dios mío, debe ser ella”.
Confiada en que se trataba de su hermana, consciente de que tenía problemas de audición, escribió “Wendal Huffman” en un tablero y lo llevó con ella por algunas habitaciones, hasta que escuchó en el fondo “¡Ese es mi padre!” efectivamente, era Doris.
Bev y Doris llevan la misma sangre por parte de su papá y tuvieron que separarse cincuenta años atrás debido a un problema de custodia de los padres.
Ambas llevaban años en la búsqueda sin tener suerte y casualmente la pandemia las unió. El reencuentro se dio el pasado 27 de junio, desde entonces las mujeres han estado en contacto a través de videollamadas, intentando recuperar el tiempo que estuvieron separadas.
