Statu Quo aún en Emergencia

Por JOSE LUIS BLANCO CALDERON
Esp. Derechos Humanos & D.IH
Candidato Master en Derecho U. Girona.
Una equivalencia de la expresión comunidad internacional es con toda seguridad y apreciación de lógica común todos los organismos políticos y jurídicos como la Asamblea General de Naciones Unidas ,  el Consejo Económico y Social o el mismo Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y hasta su Secretaria General ; No parece estar presente los Tribunales de Justicia ubicado en la hermosa ciudad de La Haya en Países Bajos o la Corte penal Internacional organismo recientemente creado apenas en el 2002 para la aplicación del estatuto de Roma y protocolos adicionales a los convenios de Ginebra.
Ciertamente con funciones atribuidas por el Derecho convencional los tribunales tienen competencias específicas para dirimir conflictos entre los Estados que han ratificados los tratados internacionales en múltiples materias como los judiciales, políticos, económicos, Marítimos Fronterizos, y de Derechos Humanos etc.
Veamos un polémico caso en su debida aplicación jurídica internacional.
Sabias que el segundo País mas pobre de America Latina La Guyana está ad portas de convertirse en uno de los países más ricos del mundo y con mayor crecimiento económico comparado con la economía China en niveles de crecimiento según el Fondo Monetario Internacional, todo ello por la confirmación de los hallazgos de la segunda reserva de petróleo mas grande de América del Sur según la petrolera  ExxonMobil,   esta situación daría condiciones de favorabilidad para reconstruir o fortalecer la economía de cualquier país en el mundo , eso si dimensionando el Desarrollo desde el incremento del producto interno bruto al contrastarlo con los índices de crecimiento económico de la región, oferta demanda y otros factores convencionales esto sería un paraíso en América del Sur. Criterios cuestionadas en estos días de Emergencia mundial por cierto.
Pero hablemos de una incógnita jurídica – política,  la frontera del Río Esequibo y región del mismo nombre, todo un conflicto de intereses perseguido por dos Naciones.
Este litigio entre la Guyana y Venezuela data de alrededor de 50 años y estuvo suspendido en 2015, cuando la comitiva diplomática tuvo acercamientos con el Gobierno de Guyana con intermediación de Naciones Unidas.
El gobierno guyanés con toda razón ha pedido recientemente que “se confirme la validez legal y el efecto vinculante del laudo arbitral de 1899 con respecto a la frontera entre Guyana y Venezuela”, según se lee en un comunicado de prensa.
Pero en 1962 Venezuela presentó ante Naciones Unidas una demanda alegando que el laudo fue resuelto de manera fraudulenta , ya que supuestamente hubo complicidad entre los delegados británicos y el juez ruso que determinó el fallo.
En 1966, se firmó el Acuerdo de Ginebra, según el cual la zona es controlada por Guyana aunque su soberanía era disputada por Venezuela.
Desde entonces la disputa se mantiene y ahora será La Haya quien se espera dé un veredicto final.
Las bondades de la mediación jurídica, política y económica de la comunidad internacional hoy día es sumamente útil , imaginaos  de qué manera se podría dirimir esta diferencia en tiempos de colonización, la fuerza.
Bueno ese al igual que otros conflictos dirimidos  por  el Tribunal Internacional de Justicia como el  presentado por Bolivia contra  chile por las aguas de  silala están latentes y podrán definir además de  reorientar la economía de esos países como el caso de La Guyana, aunque los críticos han manifestado que un país como este, tendrá un reto aún mayor que la administración de los ingresos económicos  y la explotación de este recurso natural, ya que ante la debilidad institucional y los niveles de corrupción en las mismas, lejos de convertirse en una oportunidad de desarrollo sostenible podrían adquirir una maldición tal y como ha sucedido en algunos países africanos como la República Democrática del Congo y su problemática con la administración efectiva de invaluables recursos naturales al servicio de todo menos el desarrollo y mas bien se han convertido en una oportunidad para deprimir la sociedad controlada por la corrupción y acentuar las brechas desiguales que propician escenarios de violaciones sistemáticas a los derechos humanos.
Habrá que esperar entonces cuáles serán las razones que motivaran la decisión judicial de este tribunal internacional, la cual cambiará drásticamente el futuro o al menos las condiciones económicas de los países en cuestión, pero esto será una vez se levante la restricción que impuso el Tribunal a partir del 7 de abril en la ciudad de La Haya en Países Bajos por motivos de Emergencia sanitaria por el Covid 19.