Frijoles biofortificados de Agrosavia ofrecen herramientas pedagógicas para la sensibilización ambiental
La Corporación colombiana de investigación agropecuaria – Agrosavia, culminó satisfactoriamente el curso semipresencial “Modelo de producción sostenible de fríjol biofortificado Corpoica Rojo 43 como estrategia para la educación ambiental y formulación de proyectos ambientales escolares en el Caribe seco”, que contó con un componente virtual, ubicado en la plataforma Siembra donde a través de diferentes ejercicios, los docentes (esta vez desde el rol de estudiantes), son instruidos en los fundamentos necesarios para el uso de nuevos recursos pedagógicos para utilizar las variedades de fríjol como modelos problémicos para la sensibilización ambiental.
También se incluyeron dos sesiones presenciales, la primera se desarrolló el 27 de septiembre en la UPC sede sabanas, durante la cual se realizó un componente conceptual y con evidencias de laboratorio se mostró la importancia de producir bajo buenas prácticas agrícolas. La segunda sesión se realizó en el Centro de Investigación Motilonia en la que se generó un contacto directo entre los docentes inscritos al curso y los productores de las variedades de fríjol, pues se visitó la finca Quindío donde están establecidas 4 héctareas de fríjol biofortificado Corpoica Rojo 39 y 43, sobre la serranía del Perijá, municipio de Codazzi. De acuerdo a las declaraciones del propietario de la finca Javier García, manifestó que “Esta es la segunda siembra que realizo con las nuevas variedades biofortificadas, encontrando que la productividad y sanidad de estas son superiores a los fríjoles tradicionales que rutinariamente venia cultivando, por lo cual decidí incrementar las áreas de siembra y abrir mercados ofreciendo muestras del fríjol principalmente en codazzi y en el resto de la región”.
Como componente de la agenda del encuentro se realizó un intercambio de saberes con productores arhuacos que participaron como ponentes de su cosmovisión, presentando una descripción de las tensiones que se generan entre las necesidades de la familia, las condiciones de producción y la comercialización. Según Yesid Seykundivey Zapata, miembro de la asociación de produtore arhuacos, ASOCIT, recalca que “El mayor interés que tenemos en la difusión de las variedades biofortificadas es la seguridad alimentaria de nuestras familias, su distribución a los comedores escolares del resguardo y el excedente se dirigirá a la comercialización convencional”.
En la interacción con docentes de la academia cesarense se resaltaron los atributos de las variedades biofortificadas Corpoica Rojo 39 y Corpoica Rojo 43, tales como el aporte a la seguridad alimentaria, a la oferta de alimentos con alto valor nutricional y a la estabilidad productiva en el escenario de la variabilidad climática, independientemente de los años secos y años lluviosos, en una zona donde el ecosistema es vulnerable. Sin embargo, es necesario que el sistema productivo bajo el cual se cultiven tenga componentes de bajo impacto ambiental. Aunque Agrosavia ha generado propuestas de manejo sostenible de sus nuevas variedades, es fundamental la difusión de la información a partir del empoderamiento de los docentes de la Academia y Colegios agropecuarios de educación media para que las variedades cumplan con su promesa de valor bajo un sistema de producción amigable con el ambiente, masificado a través de su articulación con las acciones del proyecto ambiental escolar, PRAE, que adelantan las instituciones educativas del Cesar. En este sentido, la docente de la Universidad Popular del Cesar, Aslenis Melo, indicó que “El conocimiento de las ventajas y condiciones de cultivo de los fríjoles biofortificados me permitirá incluir esta variedad modelo en las prácticas docentes, trabajos de grado y proyectos de investigación para contribuir desde la microbiología con la mitigación del impacto ambiental de la producción agrícola en la serranía del Perijá”.