Gobierno e indígenas conciertan medidas para mejorar su calidad de vida

Autoridades gubernamentales e indígenas se reunieron en el municipio de Pueblo Rico, Risaralda, con el fin de acordar medidas que les permitan mejorar sus condiciones de vida, de acuerdo con lo proferido por la sentencia T-187 de 2018.
La sentencia T-187 de 2018 fue proferida el pasado 22 de junio de 2018 y reconoce la vulneración de los derechos, en especial de los niños indígenas embera que habitan en los resguardos Unificado y Gito Dokabú, en cuanto al acceso a medidas de salud, seguridad alimentaria y nutricional y agua potable, entre otras decisiones.
La sentencia involucra entidades como la Presidencia de la República, el ICBF, la Gobernación de Risaralda, la Alcaldía de Pueblo Rico, los resguardos Unificado y Gito Dokabú y otras entidades como Ministerio del Interior, Ministerio de Agricultura y Unidad para las Víctimas por el involucramiento de personas víctimas retornadas.
“Desde la Unidad para las Víctimas estamos tratando de articular todo para conjugarlo con el trabajo que se ha realizado en cumplimiento de los planes de retorno y los avances en el Plan de Reparación Colectiva del municipio. Se han ejecutado medidas importantes para lograr el bienestar de la comunidad y por ello queremos aportar desde nuestra experiencia, para lograr cumplir con lo de la sentencia”, dijo Laura Moreno, directora territorial de la Unidad en el Eje Cafetero.
En desarrollo de este ejercicio puntual, también se buscaba detectar las causas de la problemática presentada, la identificación de políticas públicas para la mitigación de las carencias, la asignación de recursos suficientes para la implementación de medidas y la búsqueda de acciones culturalmente adecuadas para evitar, al máximo, perjudicar las prácticas ancestrales.
Dentro de todos los temas expuestos se profundizó en la prestación del servicio de salud, el aseguramiento de las comunidades con acceso al servicio de salud y el acercamiento intercultural o diálogo de saberes, entre la medicina tradicional y la medicina occidental.
Así mismo, en el componente de alimentación se habló acerca de los alimentos disponibles en los resguardos, el acceso a los mismos, los hábitos saludables al momento del consumo, el aprovechamiento biológico en cuanto a la nutrición y la calidad de lo que se consume.
Frente al tema de agua potable, se inspeccionaron aspectos tales como: calidad del agua, cobertura en acceso al agua y saneamiento básico.
“Nosotros como comunidades indígenas queremos tener un informe detallado de lo que han recibido nuestros resguardos en estos componentes de salud, alimentación y acceso al agua potable; esto con el fin de tener cifras concretas y poder visualizar un panorama de lo que realmente ha sido benéfico para nuestro pueblo y lo que definitivamente no podemos volver a repetir según las experiencias vividas”, acotó Raúl Guasiruma, gobernador mayor del resguardo Unificado.
(Fin/EHB/CMC/LMY)