Policía celebra el cumpleaños del ciudadano más viejo de San Alberto, Cesar
El cumpleaños 108 fue el más alegre de don Luis Bayona, el habitante más viejo de San Alberto, quien vivía en un rancho, elaborado con cartones y plásticos, en el barrio El Oasis, a las afueras del municipio, acompañado por la señora María, su octogenaria compañera, gracias al buen corazón de un policía, celebró el mejor de sus 108 cumpleaños.
Don Luis desde hace dos meses entabló amistad con el Subintendente Yurlen Ayala, Gestor Comunitario de la Estación de Policía San Alberto, a quien conoció por el trabajo comunitario que el uniformado realiza.
Ayala se conmovió por las precarias condiciones en las que Don Luis vivía con su esposa, por tal motivo comenzó a visitarlo regularmente, llevarle ayudas y conversar con él. En una de las visitas del Subintendente, la señora María le cuenta que su esposo el próximo 12 de marzo cumpliría 108 años y que no tenía como celebrar esa fecha.
El uniformado se da a la tarea de organizar una fiesta sorpresa para su amigo, para lo cual acude a comerciantes, vecinos, compañeros y sus propios recursos, con el fin de conseguir los elementos con los cuales celebrar el cumpleaños.
El martes 12 de marzo Ayala llegó con ropa y calzado nuevo, con la ayuda de doña María alistó a Don Luis para su fiesta, la cual fue organizada en una carpa policial, que se decoró con globos, manteles y guirnaldas, en el centro de la mesa una gigantesca torta de cumpleaños y a pocos metros, en una olla comunitaria, se preparaba un delicioso sancocho de gallina.
Don Luis fue llevado hasta la mesa, al lado de su esposa, vecinos y policías, a disfrutar de los manjares, cuando el sonido de las trompetas anunció a los mariachis, quienes llegaron cantando las mañanitas y después complacieron al cumplimentado con sus canciones favoritas.
La fiesta terminó, pero la alegría de los asistentes era evidente, en especial en los rostros de Don Luis Bayona y del Subintendente Ayala, por un lado porque le habían celebrado el mejor de sus 108 cumpleaños; por el otro, la satisfacción del deber cumplido, que da cuando se hace el trabajo con vocación y procurando consolidar una Policía Más Cerca del Ciudadano.
La noticia de la fiesta de cumpleaños de don Luis se extendió por toda la región, llegando a oídos de familiares del centenario hombre, quienes llegaron al día siguiente de la fiesta y se lo llevaron a una mejor vivienda, en compañía de doña María.
Hoy don Luis se encuentra en mejores condiciones, acompañado de su familia y sabe que siempre puede contar con su Policía Nacional, en especial con el Subintendente Ayala.