Líbano quiere que la quebrada La Peña deje de ser recordada como ´la cañada del muerto’

Los habitantes de este corregimiento, que es un sujeto de reparación colectiva en el municipio de Pradera, Valle del Cauca, realizaron una minga para recuperar este espacio y aportar en su resignificación.

VALLE DEL CAUCA›PRADERA

Desde hace algunos años y por cuenta del conflicto armado, los habitantes del corregimiento de Líbano, en Pradera, comenzaron a llamar `Cañada del Muerto´ a la quebrada La Peña, en especial a la parte que se encuentra en la entrada del pueblo.

Ahora, estos mismos moradores quien resignificar este espacio natural de su territorio para que no se asocie más con los dolorosos recuerdos de la guerra. Entre otras cosas, los lugareños cuentan que allí los grupos armados ilegales realizaban retenes y por ahí mismo escapaban cuando hacía presencia el Ejército. Espor eso que hoy llevaron a cabo en este sitio la primera de una serie de mingas de reforestación con las que quieren recuperar el lugar.

De acuerdo con Homer Mina, líder del corregimiento y Norleyba Teresa Murillo, presidenta de la Junta de Acción Comunal, lo que se busca es intervenir sobre el entorno paisajístico de la quebrada, un espacio cargado de estigmas e imaginarios, con miras a resignificar y ocasionar un relacionamiento favorable a la convivencia.

Jorge Vásquez, director (e) de la Unidad para las Víctimas en su territorial Valle del Cauca, destacó el liderazgo de la comunidad en la realización de estas actividades y recuerda que Líbano, Pradera, fue reconocido como un sujeto de reparación colectiva en febrero del 2015. Como tal, se encuentra en la Fase de Formulación de su Plan Integral de Reparación Colectiva, para luego aplicar medidas de satisfacción y medidas de no repetición.

La minga contó con el acompañamiento y apoyo de la Unidad para las Víctimas y la Organización Internacional de Migraciones (OIM). Se realizó en el marco del componente Transformación de Escenarios Locales, que busca renovar lugares asociados a hechos de violencia. Con esta actividad también se pretende fortalecer los lazos de confianza y amistad, así como desestigmatizar el territorio.

En esta población viven cerca de 50 familias, además de otras que acuden frecuentemente a la zona y que residen en el casco urbano de Pradera o en Cali.