El padre Linero pide a la Iglesia su retiro del sacerdocio

“Yo soy un ser humano común y corriente, no me siento ni mejor ni peor que nadie, yo no vivo la experiencia de Dios en un paradigma maniqueo en donde yo me creo bueno y los otros son malos, no (…) Me gusta disfrutar de una fiesta, soy un ser caribe abierto a la vida, siempre con la gente, entiendo la vida compartiendo con la gente, riéndome, mamando gallo, bailando, jugando dominó, soy hincha del Unión Magdalena, el mejor equipo del mundo, no tengo ningún problema en decir malas palabras, no juzgo a nadie ni señalo, quiero ser un puente entre las personas y Dios”, dijo en su momento el padre Linero.
El padre Alberto Linero se ha convertido en una figura popular en el país gracias a la forma original y desenfadada con que aborda su vocación religiosa. Ahora, el sacerdote eudista que ofició decenas de eucaristías en la parroquia del Espíritu Santo, en el norte de Barranquilla, hace una revelación transcendental.
Linero confesó que decidió pedir la “dispensa” de sus compromisos sacerdotales. En palabras coloquiales, el padre quiere “colgar los hábitos” y comenzar una nueva vida.