Condenan a 9 años de cárcel a 8 familiares de los Rodríguez Orejuela
Según la Fiscalía, movieron más $ 26.000 millones en dudosas cuentas bancarias.
Gilberto Rodríguez Orejuela tiene orden de libertad para el 2 de septiembre del 2030, cuando cumpla 90 años.
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Archivo / EL TIEMPO
Por delitos como receptación, legalización y ocultamiento de bienes provenientes del narcotráfico fueron condenados a 9 años de cárcel a ocho familiares de los exjefes del Cartel de Cali, Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela.
Este proceso tiene que ver con una investigación por presuntas irregularidades en la venta de una de las empresas de los confesos narcotraficantes, Drogas La Rebaja, ya que a pesar de la negociación con las autoridades, estas siguieron en poder de los Rodríguez.
A Jaime Rodríguez Mondragón, María Teresa Quazua Espinel, Amparo Arbeláez Pardo, María Fernanda Rodríguez Arbeláez, Juan Miguel Rodríguez Arbeláez, Julio César Muñoz Cortés, Juan Carlos Muñoz Rodríguez y Rafael Guillermo Arjona Alvarado, se les negó, según el despacho judicial, por la gravedad de los delitos la posibilidad de una detención domiciliaria.
De acuerdo con la investigación, los Rodríguez abrieron de manera irregular cuentas bancarias en las que se movieron entre 1997 y 1998 más de 26.000 millones de pesos.
Según la Fiscalía se abrían cuentas que tenían movimientos por dos meses y después eran canceladas, operación que se repitió en varias ocasiones. De esta manera, señaló el ente acusador, se le dio legalidad a dineros sin soportes contables que garantizaran su transparencia.
Esta codena se produce a dos años de que, desde Estados Unidos, Miguel Rodríguez Orejuela reconociera que había firmado un convenio con ese país que llevó a la condena de 30 años de cárcel por narcotráfico y lavado de activos. Aseguró en una audiencia virtual que, junto a su hermano habían aceptado el acuerdo para que sus familiares no fueran vinculados con el proceso.
Aseguró entonces Miguel Rodríguez que ni él ni su hermano habían dejado bienes a sus hijos y familiares para convertirlos en testaferros, tampoco para que sus familiares convirtieran en testaferros a los trabajadores de las empresas, como en el caso de Drogas La Rebaja y laboratorios Klesfor.
TOMADO DE ELTIEMPO